martes, 29 de diciembre de 2009

Piero y el origen de una canción

Piero de Benedictis, conocido en iberoamérica simplemente como Piero, es un mítico cantautor argentino que cuenta entre sus creaciones un himno entrañable a la figura del padre otoñal. "Es un buen tipo mi viejo..." dice esta canción en su estrofa inicial. A propósito de una de sus giras por latinoamérica, lo busqué para que me cuente el origen de esta canción, y con la generosidad que lo caracteriza, me brindó una entrevista maravillosa.
Esta es la historia

VIEJO, MI QUERIDO VIEJO

Hace treinta y nueve años, Piero de Benedictis escribió "Mi viejo", un himno a la figura del padre que con los años no pierde bríos sino que se hace más entrañable y sentida. Una canción que nos permite no solo indagar en los orígenes de tan emblemático canto, sino también en la vida y hazañas de quien fue su inspirador, don Pascual de Benedictis, el padre del cantautor argentino.

Es casi una leyenda la anécdota a la que Piero de Benedictis recurre cada vez que se le pregunta sobre el momento, hace casi cuarenta años, cuando le hizo escuchar a su padre su composición más famosa y emblemática, aquel sentido himno que rinde homenaje al patriarca familiar, y que compuso junto a José Tcherkaski al inicio de su carrera de cantautor, "Mi viejo".
Con algún detalle más o menos, la historia básicamente dice que Piero, con la tinta aún fresca sobre el papel, fue hasta la casa paterna con su guitarra a la espalda, y, haciendo sentar a su padre frente a él, le soltó aquello de "Es un buen tipo mi viejo, que anda solo y esperando".
Al terminar la canción, padre e hijo, con lágrimas en los ojos, estuvieron unos minutos en silencio hasta que don Pascual de Benedictis se levantó de su asiento y con todo el cariño del mundo le soltó aquello de: "Ma, quién camina lento… la puta que te parió".
Piero tenía 24 años, y su padre no había llegado a los cincuenta. Eso explica su rotunda respuesta.
Treinta y nueve años han pasado y el compositor dice que este es un tema que no envejece y que se ha acomodado a los tiempos, ya que si bien antes era difícil decirle a un padre lo mucho que se le quería, debido al machismo y la verticalidad imperante, eso ha cambiado, por lo que "Mi viejo" cobra vigencia. Y Piero lo vive en carne propia, cada día.
"Yo con mi hijos tengo una franela…", dice refiriéndose al estrecho vínculo que tiene con sus dos críos más pequeños, a los que llama de repechaje, ya que son dos pequeños de seis y cuatro años, Giuliano y Fiorella, de su actual compromiso. Y también suma a su nieta, Ámbar, la hija de su hijo mayor, Juan Sebastián, con el que aparece en la portada del disco de 1982, "Un canto a la ternura".
"La motivación para hacer "Mi viejo" era rescatar la figura del padre héroe, la figura gigantesca del progenitor. Uno va creciendo, el padre va decreciendo, la ley de la vida es esa, y a eso le quisimos cantar", dice Piero, quien se deja llevar por una dulce nostalgia cuando se le pregunta por su padre. Los afectos surgen, y la memoria se hace vívida.

Pascual, el buen tipo
"Hace dos años Pascual Di Benedictis se fue de este mundo. Lo llamábamos Pascualino o Nono Lino. Fue un padre que, hasta los 77 años que vivió, estuvo muy bien. Y por eso me respondió lo de "la puta que te parió", cuando le canté la canción, ya que siempre se mostró y se sintió joven, y muy activo".
Lo del canto le viene de su madre, Ornella, quien, según el cantautor, tuvo y aún tiene una voz maravillosa, pero su padre también estuvo ligado a la música, aunque de una forma bastante particular.
"Mi padre fue radiotécnico, arreglaba radios y vendía lo que en Argentina llamábamos combinados, o sea el tocadiscos más la radio, juntos en un mueblecito que se colocaba en el living. Y vendía discos, también. Entonces tenía el canto por un lado y la música por el otro. Estaba rodeado de música".
Piero dice que su padre fue un radiotécnico que "tocaba de oído", es decir, que nunca estudió para radiotécnico, un autodidacta, pero además, un "inventor"–un curioso diríamos por aquí–, un hombre que acopió más de cuarenta patentes de inventos durante toda su vida.
"Inventó varias cosas. Por ejemplo, él fumaba mucho y por estar con el cigarro una vez chocó el auto. En vez de dejar de fumar, confeccionó un aparatito parecido a una radio moderna, en el que se podían guardar veinte cigarrillos de distintos tamaños y que te permitía encenderlos allí mismo. En vez de dejar de fumar se inventó algo para hacerlo con tranquilidad", recuerda.
Pascual fue además autor de un mecanismo para controlar el voltaje de los tubos fluorescentes, que hacía que los tubos encendieran de golpe, y no como antes que había esperar un rato a que se cargue, y que vendió a la mismísima Phillips.
"También se inventó un motor a imanes, pero lo que pasó con este aparato fue un punto muerto:no pudo establecer el procedimiento para apagarlo una vez encendido".
El Nono Lino está muy presente en la memoria de Piero, y lo evoca como un hombre muy pícaro, algo que a su madre le costó manejar, ya que "el viejo" no podía con su genio cuando salía a caminar por el centro de Buenos Aires.
"Se compraba medio kilo de caramelos y se iba por todas las boutiques, saludando a las empleadas y dándoles un beso, lo más cerquita que podía de la boca con la excusa del caramelito. La mamá lo sufrió bastante", dice Piero, a quien aún los amigos y conocidos de los boliches y billares del microcentro bonaerense le siguen preguntando por su padre, y cuando les dice que ya se fue, lo evocan como simpático y parlanchín.
"Mi padre tenía una fuerza innata, no tenía ni convicciones políticas ni religiosas muy arraigadas o dogmáticas. Él tenía una alegría de vivir natural. Y su filosofía era agradecer por el hecho de estar vivo. Tal vez también por eso me puteó cuando escuchó la canción por primera vez, creo que nunca se quiso sentirse viejo", dice el cantautor.

Piero papá
Piero compone y hace música en su casa de Buenos Aires, en un espacio apartado del segundo piso, pero siempre que escucha la risa de sus pequeños se da un tiempo para estar con ellos y jugar, contarles historias, ser padre, ya que ,dice, eso se aprende todos los días.
"A mi primer hijo, que tiene 33 años, lo tuve cuando tenía treinta. Estaba joven, con muchos planes, sueños, y le daba menos tiempo al hijo. Ahora hago giras, y siempre son quince días máximo por mes, más porque no me quiero perder a mis hijos menores.
Yo siempre he pensado que la felicidad la llegas a tocar del mechón de su cabello en un momento de tu vida, y luego se te escapa, y no quiero que me pase más".
Giuliano y Fiorella, cuenta Piero, conocen varias de sus canciones, incluyendo "Mi viejo", y aunque no se saben toda la letra, al menos el coro se lo conocen.
Deben ser unas trescientas las versiones que existen de "Mi viejo", ya sea aquellas interpretadas por diversos cantantes como Vicente Fernández, Lucho Gatica, Nicola Di Bari, e incluyendo al nacional Lucho Barrios.


"Ha sido grabada en francés, en inglés, en salsa, en versiones hasta absurdas a veces, pero la canción, cuando uno la hizo y la cantó, ya no es de uno", dice el autor, quien llama la atención de unas versiones en especial, y que son aquellas que circulan por YouTube, y que ha sido hechas por anónimos cibernautas que utilizando la canción original visten la melodía con fotos de sus padres, resultando un homenaje entrañable e íntimo.
"Esa es una canción que no envejece, tal vez porque es algo muy dictado, muy de arriba", dice el compositor, y asegura nunca haber renegado de ella, ya que sería injusto hacerlo.
"Yo creo que sólo cuando muera dejaré de cantarla, ya que si no lo hago me pegan. Y no espero hasta el final de un concierto. A la mitad ya tengo que soltarla, porque sino empiezan a gritar: ¡¡¡Mi viejo!!!, ¡¡¡Mi viejo !!!!".
Piero de Benedictis, hijo de Pascual, a los 63 años, dice que no tiene miedo a ser un "viejo", aunque siempre trata de gambetear (esquivar) a los años. Sobre todo ahora que ya alcanzó los años viejos, y sus hijos podrían cantarle a coro aquello de yo tengo los años nuevos y el hombre los años viejos…
"Yo tengo claro que uno tiene la edad que se vive en la cabeza, sólo hay que cuidar el envase para que no se eche a perder". Y Piero tiene un envase al que aún le queda mucho para alcanzar la fecha de caducidad.


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'Me falta hacer lo mejor'
En 1969 apareció "Piero", primera producción del cantautor. Treinta y nueve años después, suman una veintena sus discos, incluyendo varias compilaciones y discos dobles y triples.
De la canción romántica dio el salto a la llamada música de protesta, componiendo canciones cuyas letras reclamaban por la igualdad, la democracia y denunciaban a la dictadura militar que gobernó Argentina en los años setenta, por lo que tuvo que exiliarse en Panamá, Italia y España. "No me considero un cantante de protesta.
Si bien la música que he hecho entró en muchas categorías como el rock o la balada, siempre fue a contracorriente. Pero, más que protesta, yo he hecho música de propuesta". De los cantautores actuales le gustan Jorge Drexler, Pedro Guerra y Joaquín Sabina, y, además de hacer música, desde hace algunos años está a la cabeza de la ONG Buenas Ondas, desde la que apoya proyectos de desarrollo sostenible y protección del medio ambiente en países como Ecuador, Colombia y Bolivia.
En junio del próximo año dará inicio a la gira por sus cuarenta años en la música, la que incluirá de todas formas el Perú. "Pero no sólo quiero hacer ciudades grandes, quiero ir al interior, a las provincias, ya que allí está la gente que me escribe a mi
página web".
En diciembre del año pasado hizo un concierto en el Teatro Ópera de Buenos Aires llamado "Todavía no hicimos lo mejor", frase que, asegura, concentra el ánimo que le mueve ahora para seguir componiendo y cantándole a la gente, su gente.

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Este es el video de la canción:





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